Infobae.com consultó a especialistas sobre el rol que cumple el alcohol en el aumento de heridos y fallecidos cada sábado y domingo. Todos ellos consideraron que la violencia, el descontrol y las bebidas forman un cóctel inseparable.Cada lunes sale a la luz gran cantidad de hechos de violencia cuyos protagonistas, adolescentes y jóvenes (o "adolescentes tardíos", como los llaman los psicólogos) borrachos, generan desmanes que no sólo afectan la vía pública y la propiedad privada sino que también los hiere físicamente, tanto a ellos como a terceros."No vender alcohol, ese es el tema", sostuvo Alberto Crescenti, titular del SAME, a Infobae.com. Y agregó: "Lo que estamos viendo es una ingesta desproporcionada".De acuerdo a su opinión, esta situación no sólo es responsabilidad de los dueños de locales bailables y after hour, sino también de los padres, porque aseguró que los adolescentes "toman antes de salir a los boliches"."Las riñas callejeras, los heridos de arma blanca, todo tiene que ver con el consumo de alcohol", finalizó.Por su parte, Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial del Cesvi, opinó que uno de los beneficios que traería la limitación del horario de los boliches y la veda de alcohol en los after hour sería la disminución de los accidentes de tránsito.Según explicó, la bebida afecta al conductor tanto en su capacidad de reacción como en la precisión de maniobra. "Más allá de lo que es el límite legal en el tema de la conducción, el alcohol tiene una influencia muy importante en los accidentes", explicó.Para él, una futura normativa restrictiva "va a ayudar porque en muchos de los accidentes graves que se analizan la presencia de alcohol es un hecho. Sin el efecto del alcohol, la situación hubiese sido completamente distinta".En tanto, la psicóloga de familia y autora del libro Cómo estimular al adolescente de hoy Beatriz Goldberg opinó que la limitación en el horario de los boliches y la veda en la venta de alcohol en los after hour no son las únicas medidas que habría que tomar para terminar con el espiral de violencia. "Con la limitación solamente no alcanza, porque hay formas para que los chicos se las ingenien para tener alcohol antes y después", dijo a Infobae.com. Lo que la profesional remarcó es que "se puede limitar y ayudar, pero en realidad hay una necesidad imperiosa del adolescente a tener una respuesta rápida, a tener una satisfacción inmediata", propia de la edad. Es por ello que recurre a la bebida, la que puede comprar con antelación (incluso de días) y consumir horas antes de la salida. "Siempre, donde está hecha la ley, le encuentran 'la vuelta'", señaló.Un límite en el horario de los boliches sería, para Goldberg, un beneficio -aunque parcial- para la salud de los adolescentes, y un aporte para que estén más inmersos en la vida familiar de los fines de semana.
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